La vulva, esa desconocida

Hola blog!


ya es julio, pero yo vengo a dejarles los testimonios de la Carpa Roja del mes de junio. El tema del mes fue la vulva y su casi total ausencia del imaginario corporal femenino.Un libro sirvió de inspiración para este testimonio: Vulva. La revelación del sexo invisible de la autora Mithu Sanyal quien intenta reconstruir la significación cultural del sexo femenino.

El libro abre con una cita de Lacan: no existe un signo que remita a la vulva, a diferencia del pene. Lo que hay es Sanyal les pidió a 20 mujeres con un nivel medio alto de educación que dibujaran sus genitales externos, éstas fueron incapaces de hacerlo. ¿Por qué? A la autora le llama la atención que la vulva sea invisible o más bien, invisible por ser satanizada. La vagina, por el contrario, ha recibido mayor atención, es más fácil que las mujeres hablemos de la vagina que de la vulva ¿por qué? La psicoanalista Harriet Lerner  famosa por sus libros de terapia de pareja, señala  que “vagina” es la palabra fácil, la palabra que no incomoda y que puede utilizarse en público; en cambio, “vulva” resulta incómoda, lo cual le parece extraño dado que la segunda resulta más fácil de pronunciar que la primera.  Los resultados que arrojan su propia investigación, señalan que el hecho cambiarle el nombre a la vulva o simplemente no nombrarla, tiene mucho que ver con que la vulva sea una "fuente primaria de placer femenino".

En este sentido, me pregunté sobre nuestras propias historias en relación con la vulva, cómo la nombramos ¿la nombramos?, ¿la identificamos y reconocemos un algo distinto a la vagina?. 

A este punto quiero hacer una precisión que valdrá la pena mayor reflexión posteriormente. Las tres chicas que escribimos somos hetero y por lo tanto, hablamos, escribimos, sentimos y nos movemos a partir de esta perspectiva. Últimamente he estado leyendo lo que escriben y piensan varias mujeres lesbianas y debo mencionar que por lo menos me han hecho detenerme un momento a cuestionar mis imaginarios corporales, sexuales y feministas. Ojo, que yo no me considero feminista, tampoco sé por cual sustituirla, lo que quiero decir es que han hecho que me cuestione la idea de reivindicación femenina que he construido en el todavía breve tiempo que la Carpa Roja ha existido.



Entonces, le pedí a la Carpa Roja que pensara a partir de estas preguntas:

- ¿cuál fue el primer nombre que aprendiste/escuchaste para referirte a la vulva? ¿en qué contexto?
- ¿sabías/sabes diferenciar entre vagina y vulva?
- ¿cómo le llamas ahora?
- ¿te causa incomodidad la palabra vulva?
- ¿por qué crees que es poco utilizada o incluso “impronunciable”?
- ¿te parece que “vulva” es una palabra técnica?


Los siguientes son fragmentos de los tres textos que les comparto:

El acto de llamar por su nombre a cada una de las partes de mi propio cuerpo me ha valido para entender y experimentar las maravillas que cada una de ellas guarda, para hacerlas mías y procurarlas. Al mismo tiempo, al nombrarlas me siento capaz de ver en toda su amplitud que las formas ridículas y ofensivas que muchos hombres usan para denostar nuestras vaginas y nuestras vulvas no sólo conllevan la burla sino también la intención de fragmentar nuestro cuerpo de mujer. Emilia

En alguna ocasión leí que no tiene ningún sentido llamarle, por ejemplo, al pene “pajarito” o a la vulva “almejita” si no les llamamos a los dedos “gusanitos”, es decir, a lo que voy es que estas formas de nombrar a nuestras parte sexuales no son inocentes e ingenuas, sino un intento de reprimir, esconder e invisibilizar algunos de los aspectos más importantes y centrales del ser humano y, a la vez,  más manoseados,  tergiversados y vilipendiados como son el placer, la genitalidad y  la sexualidad; y en específico y, sobretodo, el placer, la genitalidad y la sexualidad femeninas. Paqui

Recuerdo haber visto “Los monólogos de la vagina” cuando tenía 20 años, y desde luego, me parecía la cosa más revolucionaria y feminista que había visto. Un grupo de mujeres hablando de sus vaginas y de las historias alrededor de ellas, de ellas mismas, sus vidas contadas por sus vaginas. Me encantó. Incluso quise ser como ellas, hablar de mi vagina, o mencionarla para ver la reacción de los demás. Vagina, la palabra para referirse a los genitales femeninos, una especie de oposición dicotómica del pene. ¿Y la vulva? Yo nunca me pregunté por ella. Daba por hecho que yo tenía vagina y los hombres pene. Punto. Inés


Para leer los testimonios completos haz click aquí



hasta la próxmima!

Inés do Mar

2 comentarios:

  1. Siempre me gustó la palabra vulva...Leo y me informo de sexualidad desde que tenía 12 años. Y no sobra seguir aprendiendo sobre algo tan importante en la vida del ser humano...

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  2. Siempre me gustó la palabra vulva...Leo y me informo de sexualidad desde que tenía 12 años. Y no sobra seguir aprendiendo sobre algo tan importante en la vida del ser humano...

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